En ocasión de las V Jornadas Patagónicas del IOM2 en noviembre de 2018, los colegas y amigos del CID Bariloche nos recibieron y alojaron con la amabilidad y alegría de siempre.

Esta vez, “Vigencia del psicoanálisis en la época del para-todos igual. La acción del analista” fue la rúbrica que acercó latitudes de todo el país bordeando preguntas y sosteniendo la conversación.

La apertura -a cargo de Deborah Lazzeri y Graciela Esperanza- inauguró dos jornadas de trabajo con más de sesenta presentaciones en mesas simultáneas animadas por exquisitos detalles artísticos.

La presencia del presidente de la EOL Leonardo Gorostiza, invitado especial de las Jornadas, y su conferencia “Para una clínica de las subjetividades sin causa” dio lugar a un ameno intercambio y debate en relación a las nuevas subjetividades de la época y la política lacaniana. En “El analista cómplice de la pulsión” Graciela Esperanza ubica estas coordenadas: hay que decir que los frentes que se presentan al psicoanálisis como a la época son numerosos, día a día la multiplicidad de síntomas que caracterizan a la época a veces desbordan la capacidad de lectura: los efectos de la universalización de la ciencia, las nuevas subjetividades, las ideologías igualitarias que aplastan las diferencias produciendo efectos de homogenización masivos, y que alcanzan a las ideologías de género, que es la más ruidosa de las reivindicaciones actuales, nos hacen saber que hay una diferencia entre el continuo de los hechos de la época y cualquier atisbo, como decía Fernando Vitale en el Trafwe 14, de encontrar alguna solución final a los retoños constantes del malestar en la cultura”.Frente a este “estar un poco en tinieblas” la orientación que Graciela propone es volver a Freud quien dice en “Algunas lecciones elementales del psicoanálisis”: El psicoanálisis tiene pocas posibilidades de hacerse querido o popular. No es solo que mucho de lo que tenga que decir ofenda los sentimientos de la gente. Casi una similar dificultad es creada por el hecho de que nuestra ciencia abarca un cierto número de hipótesis- es difícil decir si deberían ser consideradas como postulados o como producto de nuestras investigaciones- que están expuestas a parecer muy extrañas a los modos ordinarios de pensamiento y que fundamentalmente contradicen los puntos de vista corrientes. Pero no se puede evitar eso.

De las nuevas subjetividades, Leonardo Gorostiza retoma la pregunta acerca de si se podría caracterizar a las de la época como las “subjetividades sin causa”. Un intento de investigación que nos propone a partir de la hipótesis: “que ante la alianza discursiva del capitalismo plus ciencia, lo que se puede deducir es que hay una dominancia de subjetividades sin causa. Es decir de subjetividades que darían cuenta del rechazo de la función de la causa, que es esencial para la práctica analítica”. Con la lógica de los discursos ubica las identificaciones tradicionales para luego desplegar los rostros de las nuevas subjetividades y sus consecuencias en la clínica. Y nos orienta, otra vez, respecto de la política: Sea como fuere, lo que sí resulta claro es que la misión del discurso analítico será siempre reintroducir lo imposible y, de ese modo, reinstalar la función de la causa y, con ella, la responsabilidad subjetiva. Esto es lo que implica una práctica cuya acción se funda en un “eso falla” oponiéndose a un “eso marcha” – propio del amo capitalista a lo cual Lacan alude equivocando el “marcha” (marche) con “mercado” (marché)- es decir, una práctica cuya acción se funda en la política del síntoma.

Cada una de las mesas de trabajo señaló esta orientación. Los responsables de CID y Delegaciones enlazaron la vigencia del psicoanálisis al deseo del analista como aquello que radicalmente se distingue de lo hegemónico de la ciencia, retomando lo que propuso cada uno de los Interlocutores de Patagonia acerca de la acción del analista. Deseo y acto analítico conversaron en el punto de la antinomia al “para todos igual”.

Las infancias, los nuevos diagnósticos, nominaciones de la época, los nuevos síntomas, dijeron presente en los interrogantes de las jornadas del sur.

El arte fue entramando los pasajes. La poesía, la pintura, la música, la narrativa de cuentos tejieron la trama de aquellos dos días. Y celebramos el encuentro y los recuerdos de colegas muy queridos como Alejandro Daumas y Sonia Pierone, con el afecto que nos acerca cada vez.

Y nos despedimos, hasta pronto.

Amparo Barrionuevo